Por Juan Carlos Méndez Ramírez

La gestión municipal de Loreto, encabezada por la presidenta Paz del Alma Ochoa Amador, ha demostrado ser un ejercicio de equilibrio ejemplar, fusionando el profundo sentido de identidad cultural con un compromiso inquebrantable con la transparencia y el desarrollo social. Es imperativo reconocer el impacto positivo de un liderazgo que no solo construye infraestructura, sino que también nutre el espíritu comunitario.

El más reciente testimonio de este liderazgo centrado en la gente fue la culminación de las Fiestas Patronales San Javier 2025. Estos festejos no fueron un evento más; se consolidaron como las festividades más importantes de Baja California Sur y del noroeste del país. Por tercer día consecutivo, la mágica comunidad de San Javier registró un lleno total, acogiendo con fervor a miles de visitantes locales y de toda la República.

La presidenta Ochoa Amador, al dar el mensaje de clausura, expresó un profundo orgullo, destacando que estas celebraciones significaron «un año más de alegrías, un año más de tradición y, sobre todo, un año más de unidad«. Su administración no solo facilitó la logística, sino que también honró la hospitalidad loretana y sudcaliforniana, abrazando con fraternidad a las miles de familias presentes. El reconocimiento especial a los cabalgantes de Loreto y Comondú enfatizó la creación de momentos inolvidables de hermandad, dando un realce inigualable a la celebración. Este enfoque en las raíces y la unidad es el corazón de su sentido social.

Pero el liderazgo de Paz Ochoa va más allá del fervor cultural; se extiende al rigor en la rendición de cuentas y la inversión en el futuro de la juventud. La alcaldesa ha refrendado su compromiso con la creación de espacios dignos donde la niñez, la juventud y la ciudadanía puedan encauzar sus energías en actividades positivas.

Un ejemplo palpable es la construcción del Campo de Futbol 7 en la Colonia Miramar. Lo notable de este proyecto no es solo la obra en sí, sino el mecanismo de supervisión ciudadana implementado: la instalación del Comité de Contraloría Social. Este comité, conformado por los propios vecinos, tiene la función principal de garantizar el uso transparente de los recursos y la ejecución de una obra de calidad para beneficio de las familias.

Tal medida subraya la prioridad del XI Ayuntamiento de Loreto en el fortalecimiento de la cultura de la transparencia en la rendición de cuentas. El financiamiento para estas nuevas instalaciones, logrado mediante la colaboración interinstitucional tripartita (Gobierno de BCS/SEPUIMM, API y el Ayuntamiento), demuestra una gestión eficaz y la consolidación de lazos que permiten la consecución de acciones u obras para mejorar la calidad de vida de las y los loretanos.

El liderazgo que logra fusionar la celebración comunitaria con la rendición de cuentas es como un puente sólido: conecta la historia y la identidad de un pueblo con su futuro de progreso y bienestar.

Paz Ochoa Amador lidera con una visión integral. Por un lado, mantiene viva la flama de las tradiciones y la unidad, asegurando que Loreto celebre lo mejor de su cultura y raíces. Por otro, implementa mecanismos de vigilancia ciudadana que garantizan la pulcritud en el manejo de los recursos públicos destinados al desarrollo social y deportivo. Con la promesa resonante de «Con el favor de Dios, nos vemos en diciembre del 2026», la alcaldesa inspira esperanza y confirma que Loreto avanza con un liderazgo que tiene tanto corazón como responsabilidad administrativa.


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