La arenga

Por Nativus Pericuum

¡Ah, la diputada Guadalupe Vázquez! Siempre adelantándose a su tiempo, como si acabara de recibir su primer smartphone ayer por la mañana. Con una visión futurista que dejaría boquiabierto a cualquier gurú tecnológico, nos presenta su revolucionaria propuesta para reformar el Código Penal en materia de violencia digital sexual. ¡Quién iba a imaginar que en pleno siglo XXI la difusión no consentida de contenido íntimo sería un problema! Menos mal que la diputada, cual adalid de la modernidad, ha puesto sus ojos en este asunto tan… novedoso.

Según nos informa, esta audaz iniciativa busca sancionar la manipulación y difusión no consentida de contenido íntimo, ¡presta atención!, a través de tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial. Uno casi podría pensar que antes de la llegada de la IA, la gente compartía sus fotos privadas en pergaminos enviados por mensajeros a caballo, sin causar mayor revuelo. Pero no, la diputada Vázquez ha identificado a la IA como la nueva némesis de la intimidad sexual en Baja California Sur.

Con una preocupación encomiable por la «expansión de la tecnología», la diputada se lanza a la cruzada digital para adaptar nuestras leyes a estos «avances». Propone, ni más ni menos, que se castigue la elaboración, divulgación, distribución y difusión no consentida de contenido sexual o íntimo, incluso si ha sido alterado o simulado con esa temible Inteligencia Artificial. ¡Qué alivio para las y los sudcalifornianos saber que sus selfies retocadas con filtros de gatitos ahora estarán doblemente protegidas por la ley!

Y como no podía ser de otra manera, la propuesta viene acompañada de sanciones ejemplares: de tres a seis años de prisión y las consiguientes multas económicas. Uno se pregunta si estas penas tan severas lograrán disuadir a los maleantes digitales o si simplemente los inspirarán a ser más creativos y a utilizar VPNs más sofisticadas.

La diputada también ha tenido la perspicacia de reconocer la violencia digital sexual, definiéndola como el acto de difundir sin consentimiento contenido sexual o íntimo a través de plataformas digitales. ¡Una definición tan exhaustiva que seguramente sentará un precedente jurídico! Además, con una agudeza digna de Sherlock Holmes, subraya que las mujeres son las principales víctimas de estos delitos. Gracias, diputada, por iluminarnos con esta revelación tan inesperada.

Para que no pensemos que esta iniciativa es un mero capricho de última hora, se nos informa que se «alinea» con la Ley Olimpia y otras iniciativas nacionales e internacionales. ¡Qué tranquilidad saber que no están inventando el hilo negro, sino simplemente poniéndole unos adornitos con la etiqueta de «IA»!

Finalmente, Guadalupe Vázquez reafirma su «compromiso con la protección de los derechos digitales». Uno casi puede escuchar el clamor popular agradeciendo su incansable labor legislativa en la defensa de la privacidad en línea. Sin duda, gracias a su intervención, las y los habitantes de Baja California Sur podrán navegar por internet con la certeza de que su intimidad digital está a salvo… al menos hasta la próxima «expansión de la tecnología».