Por JuanCarlosMéndez
En tiempos donde la integridad y el compromiso social se perfilan como baluartes indispensables en el paisaje del Poder Judicial, emerge con sobriedad y fortaleza la figura de Alejandro Rojas Tirado. En el ámbito de la judicatura, donde las aspiraciones y las promesas a menudo se entrelazan y confunden, Alejandro brilla como un verdadero bastión de esperanza, justicia y arraigo sudcaliforniano.
Alejandro Rojas Tirado se alza como el único candidato con raíces firmes en Baja California Sur en las listas del Comité de Evaluación del Poder Legislativo federal. Su nominación a la prestigiosa Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no es casualidad, sino el resultado de un historial impecable y de una trayectoria que habla por sí misma. Con un asombroso promedio de 9.89 al cerrar su formación legal, Alejandro no deja cabos sueltos en su búsqueda inquebrantable de la justicia.
En un contexto nacional donde las reformas al Poder Judicial abren puertas a ciudadanos comprometidos y de probada calidad moral, Alejandro se erige como la representación más genuina de esa oportunidad histórica. Su candidatura es más que una aspiración profesional; es la cristalización de años de esfuerzo dedicados a proteger a los sectores más vulnerables y a liderar con integridad una de las firmas legales más respetadas en Los Cabos.
Su influencia se ha extendido más allá del ámbito legal, convirtiéndose en un enlace vital entre la ley y la gente, al coordinar los esfuerzos de socialización de la Reforma al Poder Judicial en colaboración con la ministra Lenia Batres. Alejandro ha sido un pilar esencial en la difusión de información veraz y en la desmitificación de creencias erróneas, ofreciendo a los sudcalifornianos claridad en medio de la incertidumbre.
A la espera de un proceso de selección decisivo, donde se desplegarán las listas finales ante notario público, se vislumbra una oportunidad única para que el sueño de un sistema judicial renovado y justo se materialice a través de la magistratura de Alejandro Rojas Tirado. Su candidatura no solo representa un potencial cambio en el poder judicial, sino una promesa tangible de un futuro más justo y equitativo para todos.
Es en la figura de Alejandro Rojas donde encontramos la confluencia perfecta de ética, compromiso y un liderazgo visionario necesario para trazar el rumbo del Poder Judicial hacia un horizonte donde la justicia y la equidad no sean meros ideales, sino una realidad permanente. Su ascenso al TEPJF no solo cambiará el rumbo de su carrera, sino que transformará, con ética y dedicación, el futuro de nuestra nación. Dejemos que su luz guíe el camino hacia un México más justo y esperanzador.






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