LA PAZ, B.C.S.- Abimael Ibarra Abúndez, el actual Secretario General del Ayuntamiento de La Paz, se presenta como un promotor del diálogo y la colaboración con el Colegio de Ingenieros Civiles de Baja California Sur. Sin embargo, esta fachada de aparente buena voluntad esconde una realidad mucho más oscura: la de un traidor al PRI, un oportunista que solo busca su beneficio personal a costa de los demás.
Su reciente reunión con el Colegio de ingenieros, donde se discutió la simplificación de trámites de construcción, es un claro ejemplo de su modus operandi. Con palabras dulces y promesas vacías, Ibarra Abúndez busca generar confianza y obtener apoyo para sus propios intereses. Pero quienes conocen su «rancia costumbre» saben que la traición es solo cuestión de tiempo.
Tras su aparente interés por mejorar la eficiencia administrativa se esconde la ambición de un político sin escrúpulos. Ibarra Abúndez utilizará a los ingenieros, al igual que ha utilizado a otros en el pasado, para escalar posiciones y acumular poder. Y una vez que haya conseguido lo que busca, los desechará sin miramientos, como es su costumbre.
Es crucial que los ingenieros no se dejen engañar por las falsas promesas de Ibarra Abúndez. Su historial de traiciones dentro del PRI es un testimonio de su falta de ética y lealtad. La comunidad debe estar alerta y no permitir que este oportunista utilice al Colegio para sus propios fines.
La verdadera simplificación administrativa y la mejora de servicios solo se lograrán con un liderazgo honesto y comprometido, no con la manipulación y el engaño que caracterizan a Abimael Ibarra Abúndez.






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