Por Juan Carlos Méndez Ramírez

¡Ajá, Más Seguridad! ¿A qué Precio?

La reforma al Artículo 19, con su afán de combatir el crimen a toda costa, nos quiere vender la idea de que la prisión preventiva oficiosa es la panacea. Claro, ¿Quién necesita la presunción de inocencia cuando tenemos mano dura, verdad? Es como si de repente nos olvidáramos de que este principio fundamental, reconocido internacionalmente y consagrado en nuestra propia Constitución, protege a todos, no solo a los angelitos. Pero bueno, ¿para qué molestarse con juicios y pruebas cuando podemos encerrar a la gente «por si acaso»?

Lo que no nos dicen es que esta supuesta solución mágica no solo es ineficaz, sino que además es un caldo de cultivo para abusos. Imaginen: la policía te detiene por «parecer sospechoso», y ¡zas! a la cárcel sin juicio. ¿Suena a película distópica? Pues no, es la realidad que nos quieren imponer. Y ni hablar del riesgo de persecuciones políticas. Con esta reforma, cualquier crítico del gobierno podría terminar entre rejas por un simple «me cae mal».

En lugar de jugar a ser jueces y verdugos antes de tiempo, ¿por qué no invertimos en soluciones reales? Fortalecer las instituciones, capacitar a las fuerzas de seguridad, usar tecnología de punta para investigar, y, claro, atacar las causas de la delincuencia: pobreza, falta de oportunidades, etc. Pero eso requiere esfuerzo, ¿verdad? Es mucho más fácil agarrar a cualquiera y meterlo preso.

En fin, la reforma al Artículo 19 es un caramelo envenenado. Nos la quieren vender como una medida para protegernos, pero en realidad nos deja más vulnerables que nunca. ¿Queremos vivir en un país donde la justicia se basa en la sospecha y el miedo, o en un país donde los derechos fundamentales se respetan? La respuesta debería ser obvia.

¡Diputados de Baja California Sur, en sus manos está la justicia!

Ahora la pelota está en la cancha de los congresos locales, que fungirán como “PODER REVISOR” y esta reforma al artículo 19, que pretende normalizar la prisión preventiva oficiosa, es una amenaza directa a los derechos humanos y un grave retroceso para nuestro sistema judicial. Bajo la engañosa promesa de combatir la delincuencia, se esconde una medida ineficaz, injusta y peligrosa. Como representantes del pueblo sudcaliforniano, ustedes tienen la responsabilidad de proteger los derechos de todos los ciudadanos, incluyendo el derecho fundamental a la presunción de inocencia. No se dejen engañar por las promesas de soluciones rápidas que solo conducen a la erosión del estado de derecho.

Rechacen la idea de que la seguridad se construye encarcelando sin juicio previo. La prisión preventiva oficiosa no solo es ineficaz para combatir el crimen, sino que también sobrecarga el sistema penitenciario y fomenta la reincidencia. Además, esta medida arbitraria abre la puerta a abusos de poder y persecuciones políticas, poniendo en riesgo la libertad de expresión y la disidencia. En lugar de aprobar esta reforma, exijan que se fortalezcan las instituciones de justicia, se mejore la capacitación de las fuerzas de seguridad y se promueva el uso de tecnologías de investigación modernas.

Diputados de Baja California Sur, no se enreden en fanatismos, no sean agachones… No permitan que esta locura se convierta en ley. Desechen la reforma al artículo 19 y defiendan la justicia, la libertad y los derechos humanos. Su voto tiene el poder de proteger a los ciudadanos de la arbitrariedad y la injusticia.

¡No defrauden la confianza que el pueblo ha depositado en ustedes!

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