Por Juan Carlos Méndez Ramírez
Loreto, un pueblo mágico bañado por el Mar de Cortés y custodiado por la Sierra La Giganta, ha sido testigo a lo largo de su historia de luces y sombras. Gobernantes que prometieron y no cumplieron, que antepusieron sus intereses personales al bienestar colectivo. Hoy, con Paz del Alma Ochoa Amador al frente del municipio, sopla un viento de cambio, una brisa de esperanza que se siente en cada rincón de este paraíso sudcaliforniano.
Paz Ochoa no es una política tradicional. Es una mujer del pueblo, forjada en el trabajo duro y la dedicación. Desde muy pequeña, en el seno de su familia, aprendió el valor de la responsabilidad, la honradez y el respeto. Su trayectoria como diputada la ha curtido en el servicio público, dotándola de la experiencia necesaria para comprender las necesidades reales de la gente.
En apenas dos meses al frente del municipio, Paz Ochoa ha demostrado con creces su capacidad política para gobernar. Su liderazgo, impregnado de acción, sensibilidad social y transparencia, ha transformado la administración local, inyectándole una dosis de eficiencia y compromiso que hacía mucha falta.
Su plan de austeridad, implementado con decisión, ha permitido optimizar los recursos públicos, antes dilapidados en gastos superfluos. Los loretanos ven hoy cómo esos recursos se traducen en obras que mejoran su calidad de vida: parques rehabilitados, instalaciones deportivas renovadas, playas limpias y cuidadas.
Paz Ochoa es una líder que escucha, que camina las calles, que dialoga con la gente. A través de las audiencias públicas y sus visitas a las colonias, conoce de primera mano las inquietudes de los loretanos, sus problemas, sus sueños. No hay intermediarios, no hay protocolo, solo una mujer comprometida con su pueblo.
Su sensibilidad social se palpa en cada una de sus acciones. El programa de Desayunos Calientes, que beneficia a 808 niños y niñas de Loreto, es un ejemplo tangible de su compromiso con la niñez, con un futuro más justo e igualitario. Su atención a las madres solteras, muchas de ellas abandonadas por sus parejas y luchando por sacar adelante a sus hijos, demuestra su empatía y su voluntad de ayudar a los más vulnerables.
Paz Ochoa no se limita a la gestión del día a día, sino que mira hacia el futuro, construyendo las bases para un Loreto más próspero y sostenible. La elaboración de un diagnóstico integral de las comunidades rurales, por ejemplo, permitirá impulsar proyectos productivos que generen desarrollo económico y mejoren la calidad de vida en estas zonas históricamente olvidadas.
La transparencia y la rendición de cuentas son principios innegociables en su gobierno. La convocatoria a reuniones con funcionarios, la publicación de información detallada sobre los programas y proyectos en marcha, son muestra de su compromiso con la apertura y la participación ciudadana en la gestión pública.
Paz Ochoa ha logrado unir a la comunidad en torno a un proyecto común. Su capacidad para el diálogo y la construcción de consensos se refleja en la excelente relación que ha establecido con el sindicato de burócratas, trabajando juntos por el bien de Loreto.
El liderazgo de Paz Ochoa se ha traducido en una serie de logros concretos en áreas clave para el desarrollo del municipio:
- Turismo: Consciente de la importancia del turismo para la economía local, Paz Ochoa ha gestionado con éxito la llegada de cruceros turísticos, lo que ha generado una importante derrama económica para Loreto.
- Salud: La implementación de campañas de abatización para prevenir enfermedades como el dengue, zika y chikungunya, así como la canalización de recursos para atender las necesidades de salud de la población, demuestran su preocupación por el bienestar de los loretanos.
- Medio Ambiente: La entrega de material e insumos a ZOFEMAT para la limpieza de playas refleja su compromiso con la protección del entorno natural, un tesoro invaluable para Loreto.
- Igualdad de Género: La instalación de la Mesa Violeta, en línea con el llamado del Congreso del Estado, es una muestra de su compromiso con la lucha contra la violencia de género y la protección de los derechos de las mujeres y las niñas.
En un contexto político marcado por la polarización y la desconfianza en las instituciones, Paz del Alma Ochoa Amador se presenta como un modelo de liderazgo responsable, eficiente y cercano a la gente. Su gestión, aún en sus inicios, ha logrado importantes avances en la construcción de un Loreto más justo, equitativo y próspero.
Loreto ha encontrado a la líder que necesitaba. Una mujer con la experiencia, la sensibilidad y la capacidad de gestión para guiar al municipio hacia un futuro mejor. En sus manos, la transformación de Loreto ya es una realidad.
Parlamentos
¡Susana «Manos Limpias» Zatarain: La Defensora del Pueblo… Ajeno!
¡Oh, la Senadora Susana Zatarain! Esa adalid de la justicia, esa campeona del pueblo, esa… ¿expropia-playas? Resulta que nuestra querida Susana, con la misma cara dura que antes usaba para entregarle el patrimonio cabeño a sus «jefes» los Sánchez Navarro, ahora se atreve a exigir cuentas al exalcalde Oscar Leggs Castro. ¿Será que el agua de la amnesia le lavó también el rastro de sus propias transas?
Zatarain, con su indignación de pacotilla, reclama la investigación de los turbios manejos del agua en Los Cabos. ¡Qué ironía! La misma que entregó 8.5 kilómetros de hermosa costa al voraz apetito empresarial, ahora se preocupa por la sed de los pobres. ¿Acaso no era ella la encargada de proteger los bienes municipales? Parece que la única sed que le importaba saciar era la de sus propios intereses.

Y hablando de memoria, parece que la senadora sufre de anfibología selectiva. Se olvida de su paso por la sindicatura, donde dejó un legado de «acciones ilegales» y favores a la élite económica. ¿Será que las comodidades de su lujosa oficina en el Senado, llena de «fuereños y chilangos», le nublan la vista del pueblo que juró representar?
Los cabeños, a quienes desprecia con su «achilangado» hablar, no olvidan. Recuerdan sus promesas incumplidas, sus llamadas sin respuesta, y su traición al entregar el Estero de San José a la voracidad empresarial. Susana, la defensora del pueblo… ajeno, nos quiere dar lecciones de ética mientras se pavonea con el botín de sus corruptelas.
Quizá la senadora debería tomar un poco del agua que tanto le preocupa a la gente de Los Cabos. A lo mejor así, con un buen trago de realidad, recuerda que su deber es servir al pueblo, no servirse de él.






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