El estado de BCS es resultado de una revolución pacífica
Gran voluntad de Luis Echeverría Álvarez
Hoy los choyeros perdemos nuevamente

Sin lugar a dudas uno de los movimientos civilistas pacíficos más importantes que ocurrieron en Baja California Sur, es la solicitud de la sociedad de un gobierno con oriundos de Baja California Sur y con una estructura jurídica propia.

Se trató de la histórica lucha del Frente de Unificación Californiano (y después Frente de Unificación Sudcaliforniano FUS), cuyos primeros matices los podemos observar desde la elección del gobernador Agustín Arriola (1920 – 1924), nacido en La Paz y el primer californio en tener el máximo cargo en lo que fue un territorio federal.

Romper esa atadura con el gobierno federal, fue el ingrediente principal que motivó a cientos de hombres y mujeres a pugnar por la autonomía de sudcalifornia, que mucho ojo, a partir de los años 50’s dejó de ser un estado que recibía mayoritariamente subsidios, sino que su actividad económica generó suficiente riqueza e impuestos que comenzó a absorber gustosa la Ciudad de México.

Con ese sentimiento independentista, se llegó a la reunión cumbre nativista de Loreto en 1970, donde se vuelve a ratificar el deseo choyero de tener un gobierno propio y una Constitución propia de un estado Libre y Soberano.

El libro «Independizar la Baja California» de Cuauhtémoc Morgan explica extraordinariamente los pasos que se siguieron para el nacimiento de Baja California Sur con categoría de estado, el 8 de octubre de 1974 y el nombramiento de diputados que trabajaron en la creación de la Constitución local dada a conocer el 15 de enero de 1975.

Félix Agramont Cota, de quien se han olvidado ingratos políticos que mucho se beneficiaron de su ímpetu por lograr metas, era gobernador en aquel momento y le tocó organizar todas las estructuras del estado apoyado en el doctor Raúl Carrillo Silva (otro olvidado) para llegar al momento cumbre con la elección del primer gran gobernador, Ángel César Mendoza Arámburo.

Aquí unas reflexiones que observo en los libros de Cuauhtémoc Morgan:

1.- La Constitución Política de Baja California Sur, es un documento rector único a nivel nacional, que incluyó preceptos de protección a la niñez, a la familia y a los derechos humanos, cuando estos conceptos poco se conocían.

2.- La Constitución Política de Baja California Sur, es un documento rector que se hizo para generar progreso, bienestar, seguridad y protección a las familias sudcalifornianas, además de promover la libertad económica, de libre empresa y a la inversión privada.

3.- La Constitución Política de Baja California Sur, incluye el fortalecimiento de la educación en todos sus aspectos y es el primero en contemplar como obligatoria la educación secundaria, lo que llevó a nuestra entidad a conservar por muchísimos años altos estándarles en aprendizaje y a elevar año con año la bandera de la alfabetización.

4.- La Constitución Política de Baja California Sur, se creó para proteger a los hijos de esta tierra a los que considera ciudadanos de nacimiento y para ellos, ojo, serán los principales cargos públicos en todos los niveles, serán los primeros en ser beneficiarios de permisos, títulos y concesiones, porque de esa forma se promueve su crecimiento económico y bienestar. (Por eso las concesiones como de taxis y camiones, están en manos de choyeros).

¿Sabrán los actuales diputados de todo esto?… ¡Desde luego que no!

Por eso a cada momento los vemos avanzar en sentido contrario al espíritu que dio forma a nuestro estado, que es privilegiar a los hijos de Sudcalifornia. Hoy por ejemplo, vemos hasta a Argentinos como magistrados e incluso, argentinos hablando a nombre del pueblo choyero… ¡Una aberración total!… ¡Un insulto!

Hoy vemos que nombres de nuestros hombres y mujeres destacados como Félix Ortega, Domingo Carballo, Dionisia Villarino, Rosaura Zapata, Ildefonso Green, Mauricio Castro, Vicente Sotomayor y otros, son objeto de olvido y desdén… Todo porque ¡las principales decisiones que se toman en la entidad ya no están en manos de sudcalifornianos!

De la misma forma, se han olvidado de la gran gesta heroica del 2 de Octubre de 1847, cuando en Mulegé las escuadras norteamericanas fueron rechazadas… Todo porque el actual Congreso del Estado se integra por diputados foráneos, ¡ya no están los choyeros!

Por eso, retomo las reflexiones de escritores contemporáneos sudcalifornianos como Armando Trasviña, Valentín Castro, Eligio Moisés Coronado, Víctor Octavio García, Ernesto Adams, sobre los valores locales que hemos perdido y el total desconocimiento actual de nuestras raíces que son sepultadas por la indolencia de quienes hoy tienen el poder de decisión sobre el futuro de esta tierra.

Morgan se pregunta ¿Dónde están los choyeros?… Todo porque la brutal gentrificación ya los desplazó de los centros históricos como el de La Paz, donde ya no hay oriundos, ahora los nativos paceños se fueron a vivir a Camino Real. Lo mismo ocurre en Cabo San Lucas, donde los nativos ya no están en la zona centro y las escuelas se quedan sin alumnos como ocurrió en La Paz con la 18 de Marzo. Pero este proceso de desplazamiento es muy notorio en San José del Cabo, donde ya no habitan choyeros en la zona centro y en Todos Santos, donde los nativos ya son como una especie en extinción.

Y totalmente cierto que esta gentrificación, no se puede detener. Tampoco podemos detener el flujo de personas que masivamente siguen llegando a Baja California Sur a buscar mejores condiciones de vida. Pero sí podemos ahondar en defender nuestros valores locales que en los últimos 24 años son pulverizados a pasos agigantados, porque no solamente perdemos nuestra cultura… ¡También perdemos territorio!

Hoy especialmente me quise extender, porque a veces me llega un sentimiento de impotencia ante la pasividad de las actuales generaciones que solamente observan el tiempo pasar sin actuar en consonancia con las grandes luchas civilistas que dieron forma a los gobiernos modernos de nuestra media península.

Al paso que vamos, poco faltará para que ciudadanos norteamericanos accedan sin ninguna oposición (de hecho eso ya ocurre con el caso de un magistrado argentino) a los cargos públicos que celosamente fueron reservados para los hijos de esta tierra maravillosa.

No pasen por alto que la nueva gobernadora de la ciudad de México, Clara Brugada, ya abrió un espacio exclusivo para enfrentar la gran gentrificación que vive la capital mexicana, porque no únicamente se trata del desplazamiento de familias históricas, sino que el gran poder económico se planta y todo lo encarece, por lo que a los nativos no les queda otra opción que emigrar o bien, convertirse en extraños en su propia tierra, donde ya no son dueños ni de las concesiones de agua, ni tierras de cultivo.

Aquí ese proceso de gentrificación sí desplaza a los choyeros, no solamente de los centros históricos, sino que el poder económico adquiere pueblos completos como es el caso de Todos Santos, La Purísima, Loreto y ojo, el único pueblo que fue comprado en efectivo y en una sola exhibición, es El Triunfo… ¡Real!

Vaya pues mi reflexión sobre este 8 de Octubre. No quiero ver a mi Baja California Sur sin choyeros en los próximos 20 años. No quiero ver a mi hermosa media península en manos de los Estados Unidos de América. No quiero ver a mis hijos desplazados de esta tierra maravillosa, porque no tuvieron oportunidad de desarrollarse en un ambiente armónico.

¡Quiero mucho a mi Baja California Sur!
¡Quiero mucho a su gente!
¡Aquí me quedaré y aquí lucharé!
¡Viva México!

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